Los superpibes, que firmaron un torneo perfecto, inmaculado, de alta mentalidad ganadora, con paso decidido y una solidez de hierro, se marcharon de Bilbao sin ceder un solo set. Vencieron en la final a los asturianos Guillermo Santos y Manolín Fernández por un doble 6/4.
Un quiebre en cada set, con diferencias mínimas, pero triunfo al fin.
Fueron con el sueño de ganar este torneo y lo ganaron, aún pagando un precio alto, el de perderse el World Pádel Tour de Buenos Aires (fecha del calendario mundial por parejas) nada menos, ante su público.
Fueron para volver con la copa de campeones y con la copa se vuelven y nadie les quita lo bailado.
En lo material, se llevan un premio de €5.700 cada uno y, tal vez lo más importante, sus nombres grabados en las placas de los mundiales donde ya figuran Alejandro Lasaigues, Roberto Gattiker, Juan Martín Díaz, Fernando Belasteguín, Hernán Auguste y otros tantos monstruos sublimes de esta disciplina.
Franco con 17 años y Martín con 16, hacen historia internacional, convirtiéndose así en la pareja más joven del mundo en obtener esta condecoración, sentando las bases para un futuro que se viene, donde no caben dudas serán dominadores del «Planeta Pádel» en muy poco tiempo y en torneos de mucho peso.
Ambos ya están en nuestro país y desde ayer en Villa Carlos Paz, donde se desarrolla otra fecha del Word Pádel Tour (para un total de dos en Argentina).
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